Como acto de gestión, y de dirección, el establecimiento de objetivos empresariales adecuados se basa en un análisis detallado de la empresa, su entorno y, por supuesto, sus miembros.
Seguro conoces la importancia que tiene la definición de objetivos para cualquier negocio, sin embargo ¿te has preguntado alguna vez si en tu organización se fijan objetivos empresariales de forma correcta?
La planificación y ejecución de proyectos con base en objetivos bien establecidos, es uno de los factores clave del éxito de cualquier negocio. Desafortunadamente, es normal que en algunas empresas se establezcan objetivos demasiado imprecisos o inalcanzables.
Como consecuencia, al no fijar metas claras y por ende no poder diseñar un plan de acción adecuado, los resultados tienden a ser bastante frustrantes. Esto se traduce en la desmotivación del equipo de trabajo y en pérdidas para el negocio.
Si te ha pasado, no te preocupes. Cada desafío es una oportunidad para mejorar.
Si lo que buscas es definir mejores objetivos empresariales, te recomendamos que eches un vistazo a nuestros consejos. Sigue leyendo y comienza desde ya a ejecutar todos tus proyectos con buen pie.
¿Por qué es importante definir bien los objetivos empresariales?
Los objetivos dan sentido a los proyectos y ayudan a los miembros de la empresa a mantenerse concentrados en lo que de verdad es importante. De igual manera, mantienen motivados a los equipos de trabajo incluso en aquellos momentos donde el proceso de desarrollo de un plan o proyecto se vuelve más difícil.
Tener objetivos claros también contribuye a que los intereses de todos los colaboradores de la empresa converjan en una meta común. Lo que trae como resultado la búsqueda colectiva de la optimización del desempeño del negocio.
En conclusión, los objetivos empresariales bien definidos le indican a la organización hacia donde debe dirigir sus esfuerzos y recursos, para evitar que los miembros se dispersen en acciones inútiles o poco rentables.
5 consejos para establecer mejores objetivos empresariales
#1 Identifica aquello que puedes mejorar
Antes de definir tus objetivos, debes descubrir cuáles son las oportunidades de mejora que tiene la empresa. ¿Has tenido algún problema recurrente? ¿Se te ha presentado algún desafío difícil de superar?
Comienza por identificar la raíz del asunto y con base en eso da el siguiente paso hacia la definición de los objetivos. Existen algunas herramientas que pueden ayudarte en esta tarea:
Benchmarking: A menos que tu idea de negocio sea completamente innovadora, de seguro existen otras empresas en tu nicho que ya han pasado por el proceso que tú deseas iniciar.
Comienza entonces por investigar un poco acerca de las estrategias que aplica la competencia y determina si existe alguna que pueda ayudarte a mejorar.
Análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas):
¿Cuáles son las fortalezas de tu negocio? ¿Existe alguna manera de potenciarlas? ¿Cuáles son las debilidades? ¿Hay alguna amenaza a la que deban enfrentarse? Responder a esas preguntas te ayudará a saber dónde puedes mejorar.
No olvides pedir la opinión de los otros miembros de la empresa y hacer encuestas para medir el nivel de satisfacción del cliente. Ambos grupos son una excelente fuente de información a la hora de identificar oportunidades de mejora.
#2 Establece tus prioridades
Excelente, ya identificaste los puntos a mejorar, ahora el siguiente paso es priorizar de acuerdo a las necesidades de la empresa. Las prioridades deben establecerse según aquellos proyectos que aporten más valor a la empresa.
Los proyectos que no cumplan con ese requisito deben dejarse de lado para dar paso a aquellos que tendrán un impacto más significativo en el éxito de la empresa.
#3 Aplica el criterio SMART
Ahora sí, llegó el momento de definir los objetivos. Para esto lo ideal es que apliques el criterio SMART. Cada una de las letras del nombre de esta metodología corresponden a una característica que debe cumplir el objetivo. Veamos:
Específico (Specific)
El objetivo debe tener un propósito específico y debe establecerse muy claramente. Esto permitirá a los miembros de la empresa, entender bien la meta.
Medible (Measurable)
“Mejorar el desempeño del departamento de ventas” definitivamente no es un objetivo SMART, es solo una intención. ¿Por qué? porque los objetivos empresariales deben ser medibles.
Es decir, deben darte la oportunidad de calcular su desempeño. ¿Cómo convertiríamos aquel ejemplo en un objetivo empresarial SMART? Podríamos por ejemplo fijar como meta el aumento de las ventas en un 10% durante los próximos 2 meses.
Alcanzable (Achievable)
¿Son tus recursos suficientes para lograr este objetivo? Para responder a esta pregunta puedes utilizar la información que recopilaste en el paso #1. Si la respuesta es no, entonces tu objetivo definitivamente no es SMART.
Realista (Realistic)
Si estableces objetivos irreales lo más probable es que desmotives a tu equipo. Para que un objetivo sea realista, el nivel fijado para alcanzarlo debe ser razonable. Lo ideal es que tus objetivos se expresen en términos de progreso.
Temporal (Timely)
Es decir, definido en el tiempo. Para poder medir los resultados del proyecto, debes poder asignarle una fecha de inicio y de fin. La duración elegida debe ser coherente con la naturaleza del objetivo.
#4 No te concentres solo en los resultados financieros
Por supuesto que el Retorno de Inversión es importante, pero también es vital que al definir tus objetivos no te centres solamente en el aumento inmediato de los ingresos de la empresa.
Recuerda, existen algunos planes que toman más tiempo que otros por ende, deben dividirse en sub etapas. Si una de tus metas es aumentar la cantidad de clientes en un 30% para el próximo año, debes estar consciente que para atraer a los consumidores probablemente debes comenzar por canalizarte en el aumento de leads o en la creación de campañas que den a conocer más tu empresa.
Toma esto muy en cuenta a la hora de fijar tus objetivos empresariales.
#5 Mide
Lograr proyectos exitosos no se limita a definir bien los objetivos. Es necesario medir el desempeño de las estrategias para determinar si vas por el camino correcto o si existen algunas cosas que debes cambiar.
Para esto, no dudes en utilizar herramientas tecnológicas. Un software de ITSM, un CRM o una solución de seguridad (todo depende del tipo de objetivo), pueden ser de gran ayuda a la hora de calcular si alcanzaste las metas de la manera que esperabas o no.
¿Qué esperas? Define mejores objetivos empresariales y utiliza los mejores recursos a tu favor para hacer que tu negocio crezca.
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